Hace unos meses recibimos una propuesta para afrontar un nuevo reto: Volver a dotar de agua potable a una localidad que la había perdido desde hacía 7 años. El motivo, dos realmente:
- Un pozo de agua obtenía agua ligeramente salobre
- El otro pozo obtenía agua contaminada con Arsénico y Uranio
La población, de reducido tamaño, no tenía capacidad para un sistema complejo, con necesidad de acondicionar el agua ni mantenimiento.
En un primer momento el cliente nos planteó el reto de reducir la salinidad biológicamente. La respuesta de INGEOBRAS fue clara:
«Vamos a por ello».
La mejor opción fue eliminar Arsénico y Uranio en un solo paso. Sin embargo, el proceso no fue tan fácil como parecía a simple vista. Tras varias semanas investigando diferentes materiales y combinaciones de los mismos obtuvimos la solución perfecta. Unas semanas después, los filtros estaban completamente equipados y listos para su instalación en Berrocalejo, en la provincia de Cáceres.
Tras dos meses de funcionamiento correcto y resultados analíticos excelentes surgió un nuevo problema:
Como hemos dicho antes no nos íbamos a dar por vencidos. Tomamos la decisión de sustituir los filtros por otro modelo.
Esta decisión fue un claro acierto ya que actualmente están funcionando perfectamente y los vecinos de Berrocalejo tras 7 años tienen de nuevo agua potable en sus hogares.